Las fronteras son un mundo diferente. Dos culturas separadas por una línea la mayoría de las veces imaginaria. Migrantes, trabajadores aduanales, transportistas…, y también los otros “polleros”, “traficantes” …, Toda una experiencia pasar por allá con ganas de ver, aprender, tomar conciencia y a la vez hacer presencia con quienes valoran el DESARROLLO DE LAS PERSONAS, el CRECIMIENTO HUMANO, la CONCIENCIA y en general las mejores prácticas de vida y relaciones.
En esta ocasión en EL COLEGIO IRLANDÉS, en Nuevo Laredo. Ya tenemos acumuladas muchas experiencias, por lo que cada encuentro es una nueva oportunidad de crecer juntos, de encontrarnos, y de pensar juntos en cómo educar mejor, cómo llegar al interior para educar en lo esencial, a través de lo cotidiano.
Me motiva mucho en mi labor de “DESARROLLAR A LAS PERSONAS, ELLAS RENOVARÁN LA SOCIEDAD”. Me es muy grato ver a maestras y educadores que quieren dar lo mejor que tienen, para que otros, sus alumnos y comunidad educativa, saquen lo mejor que tienen. Sin duda es la labor más importante en la que podemos invertir. La conciencia, el encuentro profundo para que salga lo mejor de cada ser humano.
Mi labor es colaborar con la creación de ambientes seguros, saludables y donde se de el “FACULTAMIENTO” (ambiente humano donde fluyan con facilidad los conocimientos, la experiencia y la motivación de cada individuo, al servicio del equipo).
Observo las miradas, las sonrisas, la libre expresión, la concentración al meditar, el empeño en construir juntos. Lo PRESENCIAL, es otro cuento, ya nos adaptamos a lo virtual, pero ahora más que nunca urgen los encuentros presenciales. Nada como el contacto humano y al ver a las nuevas generaciones, nos invade el miedo de perder el contacto y la manifestación de lo que es esencial: el amor, el contacto, la presencia, la sensación de apoyo y seguridad que brinda el grupo. Todo esto lo viví con este equipo, en estos días en medio de un clima de calor excesivo, que nos alerta del cuidado del planeta.
Mi sensación es de mucha gratitud. Percibir las expresiones de esperanza. Ver que se expresan con confianza, que los corazones y las mentes se abren para crecer juntos, que, a pesar de las dificultades y adversidades, la fortaleza humana, la instalación de la virtud, el trabajo constante con el interior va permeando y logramos juntos mejorar y trabajar en equipo y visualizar un mundo mejor construido por nosotros. Y además el “PLUS”, es saber que esto trasciende cada día con nuestros alumnos y sus familias. Esta es la verdadera trascendencia “transitar ascendiendo”.
Gracias a cada uno, gracias a los líderes que facilitan los procesos, gracias a los equipos directivos que invierten en lo humano.
¡GRACIAS EQUIPO del COLEGIO IRLANDÉS DE NUEVO LAREDO!
José Luis Gómez Campos